De la fundación dieta mediterránea, entidad de carácter
estrictamente científico y cultural. Ideada con la labor de investigación y
difusión de la magnifica dieta mediterránea. Ha creado un decálogo con diez
razones, esenciales en los que animar al consumo de los platos de cuchara.
Siendo la sopa uno de los pilares de la dieta mediterránea. Animan desde la
fundación a consumir sopa, al menos cuatro veces por semana, y así convertirla
en una de las bases de la alimentación.
1. Forma parte de la tradición culinaria universal y
mediterránea. Su origen data del 500.000 A.c. cuando el hombre descubrió el
fuego y empezó a sumergir los alimentos en agua caliente para que se ablandaran
antes de ingerirlos. Fue así como nació la sopa, una preparación culinaria que
se empezó a consumir en el Mediterráneo desde el siglo I, siendo muy popular en
la Edad Media hasta hoy.
2. Contribuye a una alimentación variada. Con pescado,
carne, arroz, hierbas aromáticas, ajo, verduras… La combinación de los alimentos
hace de la sopa un alimento versátil y equilibrado. En la sopa podemos
introducir todos los alimentos de la Dieta Mediterránea, combinados de forma
idónea y en cantidades reducidas, contribuyendo así a una dieta equilibrada,
variable y saludable.
3. Hidrata el organismo y ayuda a recuperar los minerales
esenciales. La sopa es un alimento que contribuye a la ingesta de líquido,
cubriendo así las necesidades de hidratación y recuperar los minerales perdidos
para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
4. Es un alimento económico y sobrio. Tradicionalmente la
sopa ha sido la forma más corriente de alimentación de gente de escasos
recursos económicos. La idiosincrasia de la sopa permite aprovechar el líquido
de cocción de vegetales, añadir ingredientes que se tengan a mano y de esta
forma abaratar el coste de la sopa, obteniendo un plato abundante y nutritivo.
5. Rica en vitaminas y minerales. La sopa favorece el
aprovechamiento de los micronutrientes – vitaminas y minerales – que se hallan
en vegetales, carnes y pescados utilizados en su elaboración.
6. Tiene un gran poder saciante. La sopa favorece la
sensación de saciedad, reduciendo así la posible ingesta de otros alimentos, lo
que se traduce en una disminución total de energía y permite mantener un buen
control de peso.
7. Es fácil de digerir. Al calentar a altas temperaturas los
alimentos que se incluyen en la sopa, éstos se ablandan y son más fáciles de
digerir. Es por ello que resulta un alimento ideal para los niños a los que les
introduce alimentación sólida y personas mayores que en ocasiones tienen
problemas de este tipo.
8. Es un alimento sano y seguro. En el proceso de
elaboración de la sopa sometemos los alimentos y el agua a temperaturas de
100ºC (punto de ebullición) destruyéndose así los microorganismos comunes a
carnes, aves y vegetales crudos. Ello nos proporciona una total higiene y
seguridad por la eliminación de posibles bacterias de los alimentos que la
componen.
9. Se puede consumir todo el año. La sopa es un alimento tradicionalmente
asociado al invierno, sin embargo, podemos tomarla todo el año. La
estacionalidad de los diversos ingredientes nos permite elaborar sopas
sabrosas, variadas y adecuadas a la temporalidad, aprovechando lo mejor de cada
temporada.
10. Buena para todas las edades, embarazadas y deportistas.
La sopa nos permite alcanzar parte de las recomendaciones diarias nutritivas en
cada una de las etapas de la vida – niños, adultos y en personas mayores – y
también es muy recomendable para embarazadas y deportistas.
Abrazos a: http://fdmed.org,
http://www.gastronomiaycia.com
Imagen: http://www.historiacocina.com/
Amén. Adoro la sopa, sobre todo la de fideos, con caldo de carne cocida, zanahorias, y cebolla. Viva!!! xD
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