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Anda y que te den morcilla


morcilla, burgos, origen, ingredientes, alimento, curiosidadEste embutido odiado por unos y amado por otros. Es incluso repudiado por alguna creencia. Haya ellos. Esta compuesto por sangre, manteca, cebolla, sal, pimienta y pimentón. Todo ello embutido en tripa de cerdo por lo general, que luego es cocido.

Que nadie se rasgue las vestiduras, si falta algún ingrediente en la morcilla. Respecto a la que conocéis. Hay multitud de variantes en muchos países de los 5 continentes del planeta. La composición anterior es la típica de Burgos. Sumando arroz, que no se añadió a la receta de morcilla de Burgos hasta el siglo XVIII. Por la mano de los comerciantes que traían la madera de los pinos de Valencia. 

La morcilla es un alimento con tantas variantes en tantos países, que su origen también tiene multitud de versiones. Una versión con mucha fuerza indica que la morcilla la inventó un griego. El cocinero Apctonete, uno de los siete grandes cocineros griegos (el resto de cocineros griegos en Un poco de historia 5º Edad antigua). 

En cuanto a la literatura hay mención de la morcilla en la Odisea de Homero.  La primera vez que aparece documentada la palabra morcilla es alrededor del año 1400, año arriba año abajo. 

El origen de la palabra morcilla es de la Península Ibérica. Deriva de la mezcla entre la palabra del céltico mukorno, que significaba "muñón". Con el significado del vasco mukurra, "objeto abultado y deforme".

Pero de donde viene la expresión que te den morcilla, que a más de uno nos la han dicho. Antiguamente la rabia era una enfermedad muy contagiosa. Muy extendida en las ciudades por los perros y animales abandonados. Provocando epidemias por doquier. 

Como método para matarlos, se les dio de comer a los perros callejeros unas morcillas, con el veneno estricnina en su interior, que los mataba sin compasión. Y así poder controlar la expansión de la rabia. 

Esta forma de actuar con los perros callejeros dio paso a finales del siglo XIX, tanto en Madrid como en otras ciudades. A la creación de las perreras, apareciendo la profesión de lacero. Que era el que se ocupaba de capturar a los perros callejeros y confinarlos en las perreras. Y de esta manera se acabo con la mortal práctica de la morcilla envenenada. 

La expresión en cambio ha perdurado a lo largo de los años. Incluso ha derivado en otro sinfín de insultos y expresiones. Que si los queréis saber, solo tenéis que pasaros por las gradas de un estadio de fútbol y se oirán todas a la perfección.