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Salsa harissa, Túnez en el paladar

Se obtiene de triturar pimientos rojos dulces y picantes secos, ajos prensados, cilantro, comino, alcaravea y aceite de oliva. Es muy normal que se tomen en los países cálidos los aderezos más picantes, ya que producen un efecto refrigerador en el cuerpo, al dar calor al consumirlo, las temperaturas altas se soportan mejor.

Esta salsa tunecina, que se emplea en todo el Magreb, se utiliza como condimento para el cuscús (echando una cucharadita al caldo) y los tajines, pero se le pueden dar muchas aplicaciones más, sin ir más lejos, las patatas bravas que generalmente preparamos, llevan salsa harissa.

La elaboración casera es poniendo en remojo los pimientos rojos durante media hora y se mezclan después con el resto de ingredientes triturando hasta conseguir una pasta. Después es cuestión de introducirlo en un bote hermético y cubrirlo con aceite, dejándolo reposar unas 12 horas. Actualmente en cualquier cadena de supermercados se pueden encontrar tubos o botes de salsa harissa.

Las hierbas que se emplean (cilantro y alcaravea) no son reemplazables por ninguna otra. Al menos si queremos conservar el sabor auténtico de la salsa harissa.