Leche condensada una vida paralela

Esta variedad es leche de vaca a la que se le ha extraído agua que se realiza a una presión reducida, hasta obtener un líquido espeso, después se le añade azúcar. Lo que resulta en el producto espeso y de sabor dulce que puede conservarse varios años. Su vida esta ligada a acontecimientos importantes de la historia.

El nacimiento de la leche condensada se produjo en el siglo XIX. Eran frecuentes las intoxicaciones alimentarias provocadas por el consumo de leche debido a la contaminación de la leche por bacterias durante el proceso de ordeña de las vacas y la precariedad de los procesos de consevación. Gail Borden, Jr. Investigando encontró la inspiración en una cápsula de evaporación que había visto utilizar para condensar zumos.

En 1852 se da como la fecha en la que se invento oficialmente, las dos primeras fabricas que abrió Gail Borden fracasaron, pero a la tercera va la vencida. Borden obtuvo una patente de fabricación en 1856 y fundó la New York Condensed Milk Company. Vendida bajo la marca Eagle Brand, es la marca de productos alimenticios más antigua que sigue existiendo hoy día.

La popularidad de la leche condensada no fue hasta el estallido de la Guerra Civil Estadounidense con la demanda de leche condensada de larga duración que el gobierno federal de los Estados Unidos pedía en cantidades enormes como ración de campo durante la guerra. Los soldados que volvían a casa actuaban como publicidad. El boca a boca del ejército dio el éxito a Borden.

La leche condensada se conoció en Europa en 1866, gracias a unos suizos. En España sufrió rechazo entre las clases altas de la época, mientras que las clases obreras la encontraron altamente nutritiva.

Una de las primeras referencias que constan en la literatura española, fue hecha en El árbol de la ciencia, obra en la que Pío Baroja, elogia las facultades alimenticias de dicho producto, así, en varios pasajes de la obra uno de los doctores que la protagonizaban la recetaba como remedio para el raquitismo infantil.

En esos tiempos la marca más conocida en Suiza era "La Laitiére", significando "vendedora de leche". Cuando el producto se exportó, se han buscado traducciones equivalentes. En Brasil, a la falta de un equivalente adecuado en lengua portuguesa se adoptó el nombre inglés "Milk maid", pero la dificultad de pronunciación hizo que los consumidores pidieran "la leche de la chica" (leite da moça), motivo por lo cual surgió la tradicional marca "Leite Moça". Brasil es el mayor consumidor de leche condensada del mundo y el producto tiene una amplia utilización en postres y bebidas típicos de la cocina brasileña.

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