Mañana es el día del clásico por excelencia, el barça-madrid, que lo inunda todo y a partir de las 19:00 el país se parara entorno a ese partido y más si cabe en Barcelona. Así hoy la estrella es el pan con tomate pa amb tomaca en catalán. Un verdadero clásico de Cataluña. El origen de la receta se sabe que está inspirado en el pan con aceite, rebanadas de pan aliñadas con aceite de oliva y condimentadas con un poco de sal a estado presente en la cocina mediterránea desde la Grecia Antigua.
El tomate llegaría mas tarde se introdujo en la cocina catalana en el siglo XVIII, la primera referencia escrita de pan con tomate data de 1884. En la tesis de Nèstor Luján, el pan con tomate se habría ideado en el mundo rural, en un momento de abundancia en las cosechas de tomate, para aprovecharlos y así ablandar el pan seco. Y se establece posteriormente en Cataluña mientras los trabajadores que construían el metro de Barcelona, en los años 20, plantaban tomates al lado de las vías y los recogían para ablandar el pan duro que comían.
La receta nos la presenta, Manuel Vázquez Montalbán, en su novela El premio (1996) recomienda romper la pulpa del tomate con los cantos de la costra de la rebanada para repartirla más fácil y uniformemente por su superficie y finalizar la receta "oprimiendo con dos dedos los cantos de la rebanada para que el aceite empape bien la totalidad". A continuación, hace decir a uno de sus personajes: [el pan con tomate] es "un prodigio de la cocina que materializa el encuentro entre la cultura del trigo europea, la del tomate americana, el aceite de oliva mediterráneo y la sal, esa sal de la tierra que consagró la cultura cristiana.
Y resulta que este alimento se les surgió a los catalanes hace poco más de dos siglos, pero con tanta conciencia de hallazgo que lo han convertido en una seña de identidad equivalente a la lengua o a la leche materna. Además es el santo y seña de la cocina mediterránea.
El día del clasico
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