Hoy se fue otro escritor de los de siempre, y de los de nunca, los que están en la historia. Esos que siempre se leerán, estudiaran o simplemente se convivirá con sus libros, pero que hace que su literatura no desaparezca.
Una nube de sueño y una flor,
Tres gotas de tristeza, un tono dorado,
Una vena sangrando de pavor.
Cuando la masa ya hierve y se retuerce
Se hecha la luz de un cuerpo de mujer,
Una pizca de muerte que refuerce,
Que un amor de poeta así lo quiere.
Me ha sorprendido gratamente tu nueva entrada, ¿ver a Alberto leer un libro?... me podía extrañar, pero, ¿ver a Alberto leer un libro y de poesía y además del gran Saramago?, eso para mi desde ayer era ciencia ficción.
ResponderEliminarNo me queda mas que felicitarte por el "nuevo rumbo" que le has dado a tu blog, porque estás demostrando que la gastronomía está más allá de los fogones de una cocina.
jajaja podia decir lo mismo de ti... aunque me sorprende que tubieras la sensacion de que no leia, ¿que imagen tienes de mi?
ResponderEliminarpero me alegra mucho que hayas recivido por ti mismo uno de los pilares basicos por los que realizo el blog, y eso me a alegrado mucho y te lo agradezco, espero que te siga gustano lo que por aqui voy haciendo